Publicado el 21/07/2016
Fundamentos técnicos, montaje y desmontaje, herramientas especiales, equipos de comprobación y medición.
El sensor de revoluciones en estos motores ya no es el típico sensor inductivo que genera una señal senoidal. La evolución de los sistemas de gestión ha generalizado la utilización de los nuevos sensores de tipo Hall. La diferencia con los anteriores y dónde radica su ventaja, es que estos últimos generan una señal cuadrada, es decir, crean en origen una señal digital que puede ser procesada directamente por la unidad de control. El sensor de efecto Hall está basado en la influencia de un campo magnético sobre un semiconductor. En estos motores estos campos magnéticos (norte – sur) son múltiples y están ubicados sobre una rueda generatriz incrustada en el soporte del retén del cigüeñal por el lado del volante de motor. La rueda transmisora es un anillo de acero recubierto con una mezcla de goma y virutas de metal polarizado magnéticamente de forma alternativa con polos norte y sur. La marca de referencia para el reconocimiento del punto muerto superior (PMS) son dos polos norte más anchos. Esta señal junto con la del sensor de fase del árbol de levas G 40, también un Hall, permiten determinar fundamentalmente el momento de la inyección de combustible para cada cilindro. |
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Cuando alguno de estos sensores falla el motor puede arrancar pero en condiciones muy limitadas de potencia y revoluciones, aunque en las primeras versiones de estos motores, si fallaba el sensor de revoluciones del motor, este se paraba. A continuación se adjuntan documentos con información para la reparación. |
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