Correa de distribución

La correa de Distribución, algo fundamental.

El motor de combustión, ya sea de gasolina o diesel, está basado en el aprovechamiento del calor producido por la inflamación del combustible que se produce en cada ciclo del motor de cuatro tiempos.

Cada uno de estos tiempos viene determinado por el desplazamiento del pistón arriba y abajo dentro del cilindro, acompasado con la posición de las válvulas de admisión y escape.

Para quemar el combustible debe haber en el cilindro aire fresco, hecho que se produce gracias al desplazamiento del pistón hacia abajo (punto muerto inferior, PMI) mientras que se abre la válvula de admisión y la de escape permanece cerrada.

Justo después, en la carrera de compresión las dos válvulas permanecen cerradas mientras sube el pistón, realizando la carrera de compresión.

Cuando el pistón está llegando al final de su carrera ascendente (punto muerto superior, PMS) se produce una chispa que inflama la mezcla (motor de gasolina) o se produce la inyección del combustible (motor diesel), generando el aumento de temperatura y presión que empuja el pistón hacia su punto muerto inferior, completando la carrera de trabajo.

Para iniciar un nuevo ciclo de trabajo, el cilindro se debe vaciar de gases quemados y renovar su carga. Esta es la carrera de escape, que se produce gracias a la energía acumulada en el volante de inercia del motor, expulsa los gases quemados a través de la válvula de escape que ahora se encuentra abierta.

Para que todo esto se produzca dentro del motor de forma precisa se implementa un sistema denominado Distribución.

Los primeros sistemas utilizados fueron las distribuciones de piñones, pesados y ruidosos.

Posteriormente se utilizaba fundamentalmente la distribución por cadena, mucho más ligera, pero que también generaba ruidos y que adicionalmente exigía un sistema de engrasado y tensado, que con el tiempo terminaba por fallar.

A partir de la década de 1980, la distribución por correa se generalizó para casi todas las aplicaciones de motores de turismo. Todo son ventajas para este sistema, barato, silencioso y ligero. Todo excepto que requiere mantenimiento.

Según ha pasado el tiempo, los avances en la construcción de las correas dentadas para distribución, han permitido que este mantenimiento se haya ido alargando, pasando de los 50/60.0000 kilómetros hasta los 180/ 200.000 kilómetros habituales hoy en día.

Pero en cualquier caso hay que ser previsor y hacer esta operación de forma ineludible para evitar daños de extrema gravedad en el motor. No se la juegue, respete las indicaciones del fabricante del vehículo y sustituya la correa de distribución de su coche antes de que falle.

Confíe en Electroinyección Coslada, nosotros le informaremos sobre cualquier duda que pueda tener al respecto.

Mantenemos tu coche apunto.